Aún en medio de este otoño.

Levita; cada minuto vivido flota en la transparencia de mis ojos
Allí, entre las raíces de mi alma donde habitas, sin espacios vacíos
Sin historias perdidas, sin rumbos indefinidos
Mientras me miras con la fragilidad que pasa un valle por su brisa
Y yo te miro como sintiendo al cielo abrirse a través de tus pupilas
Y caer omnipotente sobre las mías.

Tus ojos claros como el café en la mañana más pura
Detienen el tiempo y hacen traslúcida la felicidad que siento.

Allí
Allí donde estás vos
La paz florece.

El camino en el que te encuentro

Cada paso es un segundo vencido
Un fragmento del tiempo que no se esfuma en vano
Un corazón con menos miedos al camino
Que se abre como alma que despliega vuelo
Sobre la marcha infinita que define quién eres
Y quién soy, cuando me aferro a tus manos.

Cada paso es el mundo que se cierra entre tu voz
Y la mía, que te alcanza, aún en medio de la obscuridad más vasta
Que tu voz, sobre mi voz y bajo mi voz, es mi guía
Que una sola vida para quererte no me basta.

 

A luz

Me roban las palabras tus miradas, y vuelo
Vuelo lejos y se quedan con mi aliento tus manos
Mi tiempo se hace trizas en tus labios y tu recuerdo me revive en la distancia

Me matas, me vives, me todo, cuando en silencio voy asida a tus latidos
Cuando rompes con tu voz todos los ruidos
Y existo dentro de mí misma porque aquí también me acompañas.

Y como las ramas en un nido, va nuestra respiración entrelazada
Toman una sola dirección todas las sendas
Y cada gesto me reinventa el mundo.

El color de tus ojos se convierte en la luz de mis días
En tu sonrisa comienza mi primavera, en tu sonrisa los sueños de mis noches
En tu vida la vida de mi vida y la muerte de mis miedos.

Despertar un día

Despertar un día
Con la vida atravesada en las pupilas
Empuñando el propio corazón en las manos
Como si fuera un pajarito herido
Y saber que ya no corres
Cuando los rayos del sol se te resbalen
Sobre las ganas de morirte nunca
Bajo las huellas enterradas de las malas noches
De los días sin vida.

Dando vueltas
Estancado
Entre tus propias risas.

Despertar un día.
Despertar por siempre.

Creo

Creo en los silencios y en el café. En las notas tiradas a la basura. Creo en las manos poetas, en los horizontes, en las letras despiertas. Creo en la lluvia que cae desde adentro, en la voz de la conciencia, en la caricia del viento y en las sonrisas durante el otoño. Creo en la risa del que está leyendo, en la intermitencia de los latidos, en las miradas inertes y en la fuerza escondida. En los abrazos de 2 minutos. Creo en la felicidad del que abandonó todo por sus sueños, en las palabras del que sabe escuchar y en todo eso que sólo uno mismo puede darse.

El universo

es casi

tan profundo

y hermoso

como tus ojos.

Así

Como cuando

Cuando no paras

De mirar

Un punto al que dices

Que no vas a volver

Pero hace lunas que estás más allá que acá.

Anclado por las pupilas.